Qué es un aislante térmico y para qué sirve
El aislamiento, sobre todo el térmico, es un punto en el cual acostumbro poner mucha atención cuando tengo un montaje bajo mi responsabilidad.
Siempre he pensado que un buen aislamiento está directamente relacionado con el nivel de confort de la casa una vez construida y con su capacidad de ahorrar energía, de ser «eficiente».
En el mercado hay muchos tipos de aislantes, sin embargo, mencionaré las más comúnmente usadas en las viviendas de madera y en las casas prefabricadas, aunque hay alternativas más sostenibles como los aislantes térmcos naturales.
Qué es un aislante
Un aislante es un elemento usado en la construcción para que actúe como barrera del paso de la temperatura o ruido exterior al interior de la edificación.
El aislante puede ser térmico o acústico aunque en la mayoría de las veces tienen ambas propiedades. En el caso de la construcción de viviendas de madera, la orientación y la exigencia del CTE es hacia el aislamiento térmico.
Un aislante térmico óptimo debe cumplir con unas condiciones fundamentales:
- Eficiencia térmica: propiciar un bajo consumo de energía
- Ser saludable
- Ser inocuo
- Durabilidad prolongada
- Proporcionar confort
Actualmente, para conceder el Permiso de obra nueva, la normativa exige el añadido de una cámara de aislamiento entremedias de la paredes que conforman la pared total exterior de la vivienda.
En el montaje de las casas de madera se suele usar dos tipos de lana mineral: lana de vidrio y lana de roca, también se puede reforzar el aislamiento térmico y acústico con espuma de poliuretano en puntos determinados de la vivienda donde se sospeche o se compruebe que podrá fugarse el calor, en invierno, o el frío en verano. También se usa, aunque menos, la espuma de celulosa para rellenar la cámara de aislamiento.
Pero el aislamiento térmico de la casa no depende sólo del aislante que se ponga en las paredes, las ventanas también suelen ser causantes de fugas si no son adecuadas, pero esto lo desarrollaré en otro post.
