Contenido
- 1 La pobreza energética en España es más común de lo que parece y en un mundo en el que la energía lo mueve todo parece algo de países subdesarrollados
- 2
- 3 ¿Qué es la pobreza energética?
- 4 Causa de la pobreza energética en España
- 5 La pobreza energética en España según la ACA
- 6 Cómo solucionar la pobreza energética en España
La pobreza energética en España es más común de lo que parece y en un mundo en el que la energía lo mueve todo parece algo de países subdesarrollados
Según la ACA, un 11% de los españoles sufre de pobreza energética.
La pobreza energética es una realidad, después de años de crisis muchas familias se ven incapaces de cubrir los gastos de un recurso hoy tan necesario para el normal desarrollo de la vida cotidiana. Se debe a que dependemos completamente de la energía para cuestiones como la comunicación, conservación y cocción de los alimentos o para no congelarse en casa en invierno, etc.
¿Qué es la pobreza energética?
La pobreza energética en España, o en cualquier país desarrollado, se define como la incapacidad de pagar la cantidad de servicios energéticos suficientes para cubrir las necesidades de la casa. No sólo se considera pobreza energética la incapacidad para obtener este servicio, sino también el tener que costearlo con una gran parte de los ingresos familiares.
Causa de la pobreza energética en España
La causa de la pobreza energética en España está fundamentalmente derivada de la crisis sufrida en los últimos años que ha generado desempleo, el cual ha aumentado exponencialmente después de la mencionada recesión económica. Por tanto, la pobreza en general es la causa que impide a las familias tener los recursos para pagar las facturas de suministros básicos como el agua, la luz y el gas.
La pobreza energética en España según la ACA
El estudio de la pobreza energética en España según la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) indica que algo más de 5 millones de españoles han tenido problemas de suministro energético por no poder cubrir el coste. Esto se traduce en porcentaje en que un 11% de los españoles sufren de pobreza energética. Además, el estudio indica que se ha producido un aumento del 22% de afectados por este problema en dos años.
El informe de la pobreza energética en España de ACA dice, con respecto a las autonomías, que el problema no afecta igual a todas ellas. Las cuatro que tienen una mayor problemática son: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. Por otro lado, las menos afectadas son: País Vasco, Principado de Asturias y Comunidad de Madrid.
Es notorio que en España a nivel local y autonómico se están sufriendo condiciones que se acercan a la pobreza energética en hasta un 21 % de las viviendas; y un 6 %, dedican más del 15% de sus ingresos al pago de las facturas energéticas. Este 6 %, en personas, se traduce en aproximadamente unos 2´6 millones de ciudadanos potenciales de entrar en la próxima lista de afectados por la pobreza energética en España.
Cómo solucionar la pobreza energética en España
5 millones de ciudadanos españoles han tenido problemas para pagar el suministro energético de sus hogares.
Las soluciones a la pobreza energética en España es sobre todo institucional. Hay algunas propuestas de posibles soluciones a la misma, como:
- Prohibir por ley cortar el agua o la electricidad, como ya se hace en muchos países europeos, sobre todo en el periodo invernal en zonas de inviernos muy duros en las que un corte energético puede costar vidas. También existe una ley en muchas naciones que garantiza un acceso gratuito a los recursos comunes básicos para los hogares más empobrecidos.
- Para combatir la pobreza energética en España y resto de países, se necesitan recursos económicos que podrían partir de todos los miembros de la C.E.E., algo así como la creación de un “Fondo Europeo contra la pobreza energética”.
- También se proponen estudios como un “Observatorio Europeo de la Pobreza” que facilite saber el índice de la misma en las “naciones ricas” para prevenir y tomar acciones por parte de la Unión Europea para contrarrestarla.
- Facilitar a los colectivos vulnerables programas de formación orientados en hábitos de consumo y eficacia energética.
De momento, es un problema en el que las instituciones tienen el mayor peso en su solución, pero la presión en todas estas cuestiones depende de los ciudadanos para que les den más importancia en sus agendas y comiencen a buscar soluciones.
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