¿Cómo reciclar vidrio y cristal? (no son lo mismo)
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Aunque en apariencia son muy similares, en la realidad no lo son y es importante saberlo pues al momento de reciclar vidrio y cristal hay que entender por qué no pueden ir al mismo contenedor de color verde.
Contenido
Diferencia entre vidrio y cristal
La clave de la necesidad de reciclar vidrio y cristal en contenedores diferentes está en que la composición de ambos materiales no es la misma y por lo tanto deben fundirse en hornos diferentes a temperaturas distintas.
Por una parte, tenemos que el vidrio es un material inorgánico compuesto por arena de sílice, carbonato de sodio y caliza, fundidos a 1.500º C, mientras que el cristal contiene óxido de plomo que es lo que le da ese sonido y brillo que lo hace tan exquisito. Es por ello que no se debe reciclar vidrio y cristal en el mismo contenedor.
Cómo reciclar vidrio y cristal
Debido a lo que les comenté más arriba, debemos tener en cuenta que en el contenedor verde debemos depositar solo objetos de vidrio: botellas de bebidas como cerveza, refrescos, vino, etc., desodorantes de bolita, frascos de perfume, frascos de salsas, mermeladas y aceitunas.
Es fundamental que les quitemos los tapones a las botellas (van al contenedor amarillo sean de plástico o de metal) y también debemos retirar los corchos a las botellas de vino, yo suelo utilizarlos para decoración, para tapar otras botellas o los deposito en el contenedor gris.
Para reciclar cristal tenemos la alternativa del contenedor gris. Allí podemos depositar objetos como copas, vajillas, vasos, cristales de las ventajas y las tradicionales bombillas incandescentes.
El contenedor gris está destinado a reciclar objetos biodegradables que no encajan en los otros contenedores (verde, azul o amarillo), en algunas ciudades puede ser de color naranja, marrón o verde intenso.
Reciclar con seguridad
Lo más recomendable para todos es reciclar vidrio y cristal (y cualquier otro material) con seguridad, especialmente si se trata de componentes filosos o contaminantes como los que estamos hablando. Un buen ejemplo son los espejos, cristales de puertas y ventanas, tubos fluorescentes, termómetros, etc. En estos casos es mejor llevar estos residuos al punto limpio más cercano.



