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Las bombillas LED consumen menos energía, por ello reducen la factura de luz
Las bombillas LED son más ecológicas, duraderas y seguras.
Dependemos de la luz para realizar la mayoría de nuestras actividades diarias. Durante el día podemos aprovechar la luz natural, pero al llegar la noche, debemos garantizarnos una iluminación de calidad que sea asequible y que, además, consuma la menor cantidad de energía posible
Ventajas de las bombillas LED
En este sentido, si bien las bombillas incandescentes convierten la energía en luz, para ello utilizan apenas el 10% de la energía que consumen, es decir, que el 90% restante se desperdicia.
Esto habla por sí solo de la poca eficiencia de esta iluminación. En contraposición, existe una alternativa que brinda un servicio aún mejor, consumiendo, en el mejor de los casos, un 80% menos de energía que las bombillas incandescentes: se trata de la bombilla LED.
A pesar de ser ya bastante conocida, aún existen personas que no están conscientes de las diversas ventajas que esta tecnología puede aportarnos, tanto desde el punto de vista ambiental como el de la salud.
Los beneficios
1- La iluminación LED se apoya en una tecnología que avanza constantemente, gracias a la inversión permanente en investigación y desarrollo. Esto ha hecho que se vuelva una opción versátil, y que podamos utilizarla en todos los ámbitos: nuestros hogares (iluminación exterior e interior), oficinas, industria, alumbrado público, etc.
2- Además de consumir mucho menos energía que las bombillas tradicionales, las LED tienen una vida útil más larga que puede llegar a los 40.000 horas, a diferencia de las normales que solo alcanzan las 1.000 horas; ello supone un ahorro considerable de dinero en la sustitución de las bombillas.
3- En cuanto al medio ambiente, el mayor beneficio que aportan es que no tienen metales pesados, como el mercurio, por ejemplo, en su composición. Tampoco emiten radiaciones electromagnéicas, cuya exposición prolongada puede ser perjudicial, como los rayos infrarrojos, que dañan la piel, o los rayos ultravioleta, que afectan los ojos.
4- Desde el punto de vista práctico, la iluminación LED es sencilla y fácil de aprovechar, no presenta complicaciones, además podemos regular su intensidad y dirigirla a una zona específica, si así lo deseamos.
5- En la iluminación LED el encendido es inmediato y se registra el 100% de su intensidad desde el comienzo.
6- Las bombillas LED no se calientan; si se llegan a romper no registran emisiones ni radiaciones que supongan riesgos para el medio ambiente o la salud, como sí es el caso de las bombillas de bajo consumo fluorescentes.
7- Son resistentes, lo que incide en su mayor duración. Esto se debe a que toleran bien las vibraciones, los cambios de temperatura y las las variaciones del flujo eléctrico, por lo que no se queman con facilidad.
Bombillas LED, infografía de FARO Barcelona.
La calidad es la clave
Como en todos los bienes de consumo, entre las bombillas LED también hay gamas. Al momento de comprarlas no es necesario que optemos por la gama más alta pero sí, al menos, tener algunas referencias de marcas y calidades para hacer una buena inversión con nuestro dinero.
Está claro que los beneficios que mencionamos antes están presentes en bombillas LED de buena calidad, lo que significa que si compramos otras de calidad inferior es posible que no las encontremos. Así, por ejemplo, las bombillas de gama baja tienen precios asequibles pero están hechas con materiales que no aseguran ni la resistencia ni la durabilidad de estos productos.
Así que antes de realizar nuestra compra debemos revisar bien todas las opciones del mercado, incluso en tiendas online, algunas de las cuales presentan un outlet de bombillas LED y que merece la pena revisar.
En este contexto, debemos valorar la garantía que ofrezca el distribuidor, cuanto más larga mejor. Por ejemplo, la tienda virtual, ahorrarentucasa.es otorga una garantía de 3 años o más en las luces LED que vende.
