¿Por qué se ahorra energía con lámparas LED?
|Contenido
Conoce a continuación por qué afirmamos que se ahorra energía con lámparas LED y otros beneficios de esta tecnología.

Hay tecnologías que apenas irrumpen en el mercado se hacen muy populares, porque combinan un precio asequible con unas prestaciones convenientes. Es el caso de la tecnología LED de luz blanca, que ha evolucionado velozmente desde su inicio, a principios de los 90.
Una iluminación eficiente
Su primer punto fuerte es que se ahorra energía con lámparas LED. Básicamente, las bombillas incandescentes convencionales transforman hasta el 80% de la energía que utilizan en calor, y sólo un 20% realmente en luz. En el caso de la iluminación LED, la proporción es inversa, en otras palabras, estas últimas producen cuatro veces más luz con igual cantidad de energía que las antiguas bombillas que conocemos.
Esta comparación la hemos hecho con los tipos de LED de la menor gama; a medida que utilizamos una calidad mayor, el ahorro energético se incrementa. Y es que este tipo de tecnología se sigue desarrollando paulatinamente.
Duración y resistencia
Adicionalmente, hay otras formas de ahorro que llevan consigo las lámparas LED. Por una parte, su larguísima duración implica un menor gasto a mediano plazo.
Así, una bombilla de estas características tiene una vida útil de 50.000 horas, o lo que es lo mismo, de aproximadamente 15 años, frente a las incandescentes, cuya duración se mide en meses.
Rentabilidad
Aunque una LED tiene un mayor precio que una bombilla tradicional, la relación de dicho precio con la duración hace que la primera sea más rentable al cabo de tres años. Para decirlo de otra manera, el coste de reposición es menor, pues no tendremos que cambiarla durante tres lustros.
Por otra parte, la iluminación LED resiste un enorme número de ciclos, es decir, las veces que se enciende y se apaga, además de requerir un mantenimiento mínimo.
Estos tres elementos (menor trasformación de energía en calor, mayor número de horas de duración y resistencia a los ciclos) hace que el ahorro total, en términos monetarios, esté entre un 85 y un 95% del gasto que generarían las bombillas incandescentes.
No sólo menor consumo
Por último, además de que se ahorra energía con lámparas LED, están otros beneficios medioambientales, de seguridad y de confort. En efecto, las LED no contienen mercurio, ni tungsteno, además de que reducen en un 80% las emisiones de dióxido de carbono.
De igual forma, tienen la ventaja de que se encienden en forma instantánea y reproducen los colores con gran fidelidad.



