Tiny House, el movimiento de las minicasas

El movimiento Tiny House o  minicasas es un fenómeno  relativamente nuevo con un gran auge. Conoce su origen, filosofía y características.

Tiny house de madera.

El movimiento Tiny House llega a España a través del programa de tv “Quiero mi Minicasa”. No es sólo un tipo de construcción que se pone de moda, también lleva aparejada una filosofía ecológica y de consumo responsable asociada a estas minicasas.

Origen del movimiento Tiny House

El movimiento Tiny House surge en Estados Unidos a final de los años 90, gracias al libro escrito en 1997 por la arquitecta Sarah Susanka con el título “The Not So Big House” (Una casa no tan grande).

En este libro, que fue el primero de los siete que dedicaría al tema de la construcción de estas mini viviendas y trucos para aprovechar mejor los espacios, siempre aboga por simplificar la vida y llenarla menos de cosas que quitan tiempo para disfrutar de los placeres simples que dan sentido a la vida.

Características del movimiento Tiny House

El movimiento Tiny House, además de tener una filosofía y objetivo de simplificar la vida y de recuperar las cosas sencillas de la existencia, también tiene un fondo ecológico y sostenible práctico porque se minimiza el gasto de recursos, la contaminación y la huella ecológica.

Las minicasas se construyen, generalmente, con materiales ecológicos, necesitan poco espacio para fabricarse, emplean escaso material para ello, su mantenimiento es sencillo, sin casi residuos, ahorran mucha energía, etc. Por tanto, es un movimiento también con características ecológicas y sostenibles.

Características de las minicasas

Tiny house, fachada e interior.

Las llamadas minicasas, que constituyen el movimiento Tiny House, se caracterizan, por supuesto, por ser pequeñas y se considera que la media de lo que deben medir estas viviendas es entre los 16 y 50 m2, poco más o menos.

Aparte de esta característica, el resto son las mismas prácticamente que las de cualquier vivienda, sólo que en mini; es decir, las hay de muchos estilos: rústicas, modernas, étnicas… Lo mismo que los materiales: madera, PVC, metal, etc.

Lo ideal, de todas formas, es construirlas con materiales ecológicos, que es parte del espíritu del movimiento Tiny House. Otra característica interesante es que se pueden fabricar con ruedas y llevarlas a cualquier parte, como una roulotte, aunque más completa.

Expansión en el mundo del movimiento Tiny House

Minicasa con techo a dos aguas.

El movimiento Tiny House es más activo en América, pero el interés por él y las minicasas se ha extendido a otros países desarrollados, como:

• En España, los arquitectos Eva Prats y Ricardo Flores diseñan casas de 28 m2 en Barcelona.
• En Gran Bretaña, la constructora ABITO ha diseñado apartamentos de 32,8 m2 en Manchester; Tiny house Escocia, ha creado el prototipo de minicasas Nesthouse, que es una pequeña casa ecológica, móvil y modular, de 23 m2.
• En Alemania, el arquitecto británico Richard Horton y la Universidad Técnica de Munich ha desarrollado el Micro Compact Home (M-CH) , probablemente la minicasa más pequeña del mundo con sólo 7,1 m2.
• En Rusia y Alemania, el arquitecto Maxim Kurennoy de Futteralhaus GmbH desarrolló el «Futteralhaus Modell FH_25» de 25 m2, diseñado para familias con 1 ó 2 niños.
• En Japón, donde el espacio es un bien escaso, Takaharu Tezuka construyó casas para cuatro personas de 85,9 m2.

¿Por qué una minicasa?

Tiny house, interior.

Los beneficios de vivir en una minicasa, según el movimiento Tiny House, se reflejan a nivel social y personal. En lo social, porque beneficia al medioambiente por todo lo que hemos dicho de que la construcción de las minicasas conlleva poco gasto de recursos, mayor sostenibilidad y materiales ecológicos de alta calidad y alta eficiencia energética.

En lo personal, el movimiento Tiny House dice algo así como “empequeñece tu casa para agrandar tu vida”, con la idea de que la gente que vive en espacios reducidos, no suelen acumular cosas innecesarias, gestionan bien el espacio, gastan menos dinero en cosas superfluas y, por tanto, el tiempo que se emplea en el cuidado de las cosas y la casa, así como el dinero que se ahorra, se puede dedicar a hacer lo que te estimule o enriquezca tu vida.