Cómo las energías renovables nos ayudan a ahorrar en el recibo de luz y a evitar emisiones contaminantes del medioambiente

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energias renovables, energias alternativasLa quema excesiva de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, produce las contaminantes emisiones de CO2 y otros gases que generan el efecto invernadero, con el consecuente cambio climático.

Cuando nos proponemos ahorrar en el recibo de luz con el objetivo de mejorar nuestra economía familiar, también ayudamos a proteger el planeta de dichas emisiones, ya que disminuimos la presión sobre la creciente demanda de energía a nivel mundial.

Por qué controlar el consumo de energía

La energía que consumimos proviene, principalmente de hidrocarburos fósiles, justamente los que emiten los gases más dañinos que tanto afectan el planeta.

Es por eso que debemos consumir energía racionalmente porque, además, las reservas de estos recursos son limitadas.

Por otra parte, estos recursos se encuentran en el subsuelo de algunos países, y aquellos que no cuentan con esos yacimientos dependen energéticamente de los que sí los poseen.

Esto debilita la economía de diversas naciones, pues las vuelve dependientes en un aspecto tan relevante como lo es la energía para el crecimiento de un país.

Ahora bien, si la combustión de carburantes tradicionales impacta negativamente sobre el medioambiente, crea dependencia de los países no productores y además tienen unas existencias limitadas ¿por qué continuamos utilizándola?

Una de las razones es porque sencillamente desconocemos que también hay otras fuentes disponibles.

El cambio inaplazable: energías alternativas

En efecto, parte de la solución pasa por la evolución hacia la adopción de energías cuyas fuentes sean más “limpias”.

Tipos de energías renovables

Energía solar térmica, es el aprovechamiento de la energía del sol para producir agua caliente sanitaria.

Energía solar fotovoltaica: transforma la radiación solar en electricidad mediante paneles solares.

Eólica, se vale de la fuerza del viento para producir electricidad a través de aerogeneradores.

Hidráulica, su fuente es el impulso del agua, no necesariamente la producida en una presa, también la de un rio o un lago es suficiente para activar las turbinas y producir energía eléctrica.

Geotérmica, en este caso la energía proviene del calor existente en yacimientos profundos de la tierra, el cual calienta el agua y hace mover las turbinas de un generador que “fabrica” electricidad.

Biomasa, se crea durante la combustión de residuos orgánicos de origen vegetal o animal como restos de poda, cáscaras de frutas, serrín, purines, etc.

Biogás, es una mezcla de gases, donde predomina el metano. Se obtiene mediante la ignición de material biológico en ausencia de oxígeno, se forma un gas que puede sustituir la gasolina y el diesel.

Maremotriz o Undomotriz, utiliza la intensidad de las marea y las olas parar girar las aspas de unas turbinas que están bajo el mar, la energía obtenida va a unos alternadores que la transforman en electricidad.

Como podemos ver, cualquiera de las energías cuyas fuentes son naturales como sol, aire, mares, lagos o ríos, son renovables y no emiten gases tóxicos a la atmósfera.

Siendo así, una parte de la solución al problema planetario en que se ha convertido el calentamiento de la tierra, es la adopción de energías más inofensivas.

Integrar las energías renovables en casa

A nivel residencial, la energía solar, tanto térmica (para producir agua caliente sanitaria) como fotovoltaica (para tener electricidad), son las más populares.

Para nuestra suerte, los costes de estas tecnologías han bajado durante los últimos años y también encontramos suficiente mano de obra especializada para garantizarnos una instalación bien hecha.

Vale la pena resaltar que la cantidad de paneles solares que necesitemos en casa, por ejemplo, dependerá de cuántos miembros conformen nuestro grupo familiar y cuán autónomos queramos ser de la red general.

Mientras más autónomos deseemos ser más metros cuadrados de paneles necesitaremos, también  podemos conectar los paneles a un solo circuito (como luminaria por ejemplo) e ir aumentando el autoconsumo progresivamente.

Según la Comisión Europea, combinar la instalación de una placa de 4,5 kilovatios y una batería en casa, podría llevar a una tasa de autosuficiencia en el consumo del 75 %, lo que supondría un ahorro de hasta 875 dólares al año en la factura de la luz.

Por otra parte, la energía solar térmica podría generar un ahorro del consumo de entre el 60 y 80%.

Palabras mayores: instalar energía geotérmica

Cuando se trata de proyectos mayores a una vivienda unifamiliar, como comunidades de vecinos, es posible unir esfuerzos e iniciar una instalación de energía geotérmica para producir agua caliente y electricidad, es una inversión de mayor envergadura pero bien merece la pena para mejorar nuestro entorno.

Calderas de biomasa

Otra energía renovable que nos puede ayudar a reducir emisiones es la energía de la biomasa, que podemos aprovechar en casa instalando calderas de biomasa, en las que se quema pelets en lugar de combustibles convencionales.

La incipiente minieólica

Aunque aún no es tan conocida, la energía minieólica es otra opción para el autoconsumo energético, que podría combinarse con la energía solar.

Se trata de la explotación de la fuerza del viento mediante aerogeneradores de potencia inferior a los 100 KW para producir energía.

Evidentemente, las energías renovables nos pueden ayudar a disminuir el recibo de la luz, ahorrar emisiones tóxicas y a aumentar nuestra autonomía de la red general de electricidad.

Sin dejar de mencionar que las energías renovables son la mejor alternativa para llevar electricidad a zonas aisladas a las que no llega este servicio.

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