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Para elegir una buena lavadora debemos tomar en cuenta su capacidad para ahorrar energía.
La lavadora es uno de los electrodomésticos más importantes de nuestras casas. A este aparato le asignamos la labor de dejar nuestra ropa impecable con la ayuda de un buen detergente.
Pero es difícil decidirse ante la gran cantidad de lavadoras de gama media y alta. A continuación sugeriremos algunos consejos para comprar una buena lavadora. Veamos.
Eficiencia energética y ahorro de agua
En todos los países de la UE es obligatorio que los electrodomésticos tengan una certificación energética en una pegatina. La clasificación identifica las más eficientes con una A y las menos con D, pasando por niveles intermedios (B y C).
Siendo así, para comprar una buena lavadora debemos decantarnos por una de calificación A. Al mismo tiempo, esta presenta una subclasificación A+, A++, A+++, siendo esta última la más eficiente.
Es decir, son máquinas capaces de realizar un buen lavado de la ropa utilizando un consumo de energía mucho menor.
Dentro de este contexto, se consideran como las lavadoras más eficientes aquellas que consumen alrededor de 137 kWh anuales.
Según el IDAE, la lavadora es el tercer electrodoméstico en consumo de energía, porque requiere de mucha potencia para funcionar. Por lo que mientras más eficiente sea, más ahorraremos en energía y dinero.
La eficiencia energética se mide así:
-Los más eficientes: A+++, A++, A+
-Consumo moderado: A y B
-Alto consumo de energía: C y D
Otro tanto pasa con el agua, un recurso natural que debemos cuidar al elegir una buena lavadora. En el tope están las lavadoras diseñadas para gestionar el agua sosteniblemente, como son las que consumen entre 10.000 y 11.000 litros de agua al año.
Capacidad de carga de las lavadoras
La lavadora ideal es la que tiene capacidad para lavar satisfactoriamente nuestra ropa y textiles sin incurrir en más de 3 coladas semanales. Esto significa que mientras más miembros hay en una familia mayor deberá ser la capacidad de la máquina.
Dicha capacidad se expresa en kilos. Así por ejemplo, si son dos personas en casa una lavadora con capacidad de 5 kilos será suficiente, pero si son 4 personas, el electrodoméstico deberá soportar 7 kilos.
Para las familias grandes, se recomiendan lavadoras a partir de 8 kilos y hasta 10 o 12 kilos si son muchos en casa y además lavan con frecuencia.
Adicionalmente, tomaremos en cuenta si queremos lavarlo todo. Por ejemplo, si solemos lavar edredones, plumones, mantas y cortinas, necesitaremos una lavadora por encima de los 5 kilos (de 7 kilos sería lo mínimo).
Programas de lavado
Existen ciertos programas estándar que vienen en la mayoría de las lavadoras. Pero si queremos elegir una buena lavadora debemos buscar los programas que nos interesan de acuerdo con nuestras actividades.
Buenos ejemplos de ello son programas específicos como: ropa oscura, ropa de deportes o ropa vaquera, cuidado infantil, lavado antiarrugas o de alérgicos. Por supuesto, no puede faltar un programa ecológico para un lavado a baja temperatura (20º).
Por otra parte, es recomendable que la lavadora tenga un ciclo corto de 15 min, para 4 kg de carga, y que además admita media carga, al menos en los programas más utilizados.
Una característica deseable es la de poder programar el lavado para realizarlo en el horario más conveniente para cada familia.
Lavadoras silenciosas
De toda la vida las lavadoras han sido ruidosas, pero las marcas líderes han invertido en desarrollar tecnologías que disminuyen el ruido de estos electrodomésticos.
La ventaja de una lavadora silenciosa es que podemos encenderla en cualquier hora del día sin molestar, además de que mejora la experiencia de lavado en general.
Al momento de elegir una buena lavadora es bueno saber que se considera silenciosa cuando produce solo 49 decibelios de ruido. Son geniales para disminuir la contaminación sónica y hacer de nuestros hogares lugares más agradables.
Etiqueta energética de una lavadora eficiente
Lavadoras bitérmicas
La mayoría de las lavadoras funcionan con agua fría y caliente, siempre y cuando tenga conectada la fontanería de agua caliente. Pero si tenemos el propósito de ahorrar energía utilizaremos el agua caliente solo cuando sea indispensable.
En realidad, la mayoría de los tejidos se pueden lavar con agua fría; de hecho, en mi casa no tenemos conexión de agua caliente en la lavadora.
A su vez, mientras más baja sea la temperatura que necesitemos utilizar (aunque sea caliente), menos energía consumiremos. Es decir, si debemos lavar con agua caliente podemos elegir el lavado a 40 grados en lugar de a 90.
Velocidad de centrifugado
La velocidad de centrifugado indica las revoluciones por minuto que da la lavadora para escurrir la ropa.
Esto es fundamental para quienes vivimos en la costa, donde hay mucha humedad y la ropa tarda en secarse.
El centrifugado escurre la ropa y, según cuan alto sea, puede dejarla casi seca, facilitando la labor.
Un centrifugado razonable comienza a partir de 800 revoluciones por minuto, pero las lavadoras de alta gama pueden llegar a tener hasta 1.400 revoluciones.
Es cierto que conlleva un gasto energético importante pero evita el uso de una secadora y es importante mirarlo al elegir una buena lavadora.
Lavado inteligente y eficiente
Las lavadoras con certificación energética A y superiores realizan un lavado inteligente. Esto es, detectar la carga, calcular su peso y adaptar el programa a dicha carga en tiempo y cantidad de agua a utilizar, con lo que no hay desperdicio de recursos.
Al mismo tiempo, la máquina tiene la función de distribuir la ropa automáticamente en el tambor, lo cual mejora su funcionamiento y se obtienen mejores resultados.
En modelos más recientes, es posible cargar más ropa en la lavadora aún después de haber activado el ciclo de lavado, optimizando así su uso siempre que no incurramos en sobre carga.
En la red encontrarás páginas como comprarmejores.com que te ayudará a encontrar los mejores modelos de lavadoras eficientes del mercado.
